jueves, 11 de diciembre de 2008

Mi droga es el Barcelona

En algunas ocasiones los amantes del fútbol reivindican que su droga es su equipo, eso sí, siempre dicho en sentido metafórico. ¿o no? La policía ha incautado una pieza de chocholate con el escudo del FC Barcelona dibujado en su superficie. Hasta la droga se identifica con el equipo que mejor juega en estos momentos al fútbol, aunque me cueste reconocerlo.

Es una locura hasta donde llega la pasión por el fútbol.
!Y por la droga!

La Policía Nacional ha desarticulado una banda de traficantes de hachís en la localidad barcelonesa de Cerdanyola y ha detenido a seis personas, a las que ha intervenido un botín 426 kilos de hachís, así como 10 coches, uno de ellos robado, 41 placas de matrícula extranjeras, una pistola del calibre 45 propiedad del ejército de EE UU y 5.450 euros en efectivo. De los seis detenidos, cinco son marroquíes y uno español. La operación, comenzada en febrero, ha permitido descubrir que traían la droga de Marruecos, la almacenaban en garajes y la distribuían por España y otros países. Una de las fichas de hachís intervenidas, como muestra la imagen, tenía grabado el escudo del FC Barcelona.

martes, 2 de diciembre de 2008

!Están locos estos árbitros!


















El carismático personaje Obélix siempre repetía: "Están locos estos romanos", pero si viviera en nuestro época y leyera este tipo de cosas, seguramente variaría su discurso y cambiaría la palabra romanos por árbitros.

Lean y juzguen ustedes mismos:

El pasado fin de semana la Liga griega vivió uno de sus momentos, cuanto menos, más curiosos. En el transcurso del choque entre el Panathinaikos, donde juega el español Sarriegui, y el Asteras Tripolis, el argentino Adrián Bastía fue expulsado ante el asombro de todos por hacer la zancadilla a un espontáneo que instantes antes había invadido el campo.

El ex jugador de Racing de Avellaneda, que había anotado el tanto de su equipo (el encuentro finalizó con empate a un gol), quiso colaborar en la detención del joven, que era perseguido infructuosamente por la policía, y le zancadilleó cuando pasó a su lado.

El colegiado del encuentro, para sorpresa de todos, expulsó de inmediato al jugador, con las consiguientes protestas de sus compañeros que no daban crédito a la decisión del trencilla.