En las últimas semanas se está viviendo unos momentos convulsos en el plano laboral en España. En la sociedad española cada vez obsesiona más la seguridad, la prevención de riesgos laborales es una de las áreas más cuidadas y cada poco tiempo se firman nuevos convenios para evitar accidentes de los trabajadores. A pesar de todas estas medidas los datos arrojan unas cifras de muertos alarmantes.
En el año 2007 fueron 1191 las víctimas en accidentes laborales, un 10,9 % menos que en 2006. Estas cifras arrojaron algún rayo de esperanza, pero los accidentes producidos en la última semana, cuatro muertos en Valencia y uno en Teruel están desatando la cólera de los sindicatos.
Comisiones obreras incluso ha amenazado con convocar una huelga en la construcción en caso de que el gobierno no tome medidas eficientes para reducir la siniestralidad laboral en el sector de la construcción. Este sector junto al transporte terrestre y por tuberías fueron las actividades con más muertos en 2006.
Pero además de la mortalidad por accidentes, hay otras muertes a largo plazo relacionadas también con el trabajo. Según CCOO en España mueren 4000 trabajadores cada año por la exposición laboral a sustancias cancerígenas. Además se estima que más de 30.000 personas padecen enfermedades profesionales relacionadas a la exposición a sustancias tóxicas, según las estimaciones realizadas por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO.
Hemos de recordar que se trabaja para sobrevivir y no para morir como le está sucediendo a muchos trabajadores. En estos casos se puede pedir precaución porque "hombre precavido vale por dos", pero cuando evitar los accidentes no está en tus manos, la empresa es la que tiene que intentar dar todas las garantías de seguridad a sus trabajadores y el que no lo cumpla que al menos pague por ello.
Texto: Carlos Marco
Fotografías: Noticias de Álava y La verdad.es